jueves, 10 de abril de 2014

Historias y curiosidades sobre el origen de la tapa

Hace unas semanas que estoy con ganas de hacer un monográfico sobre, seguramente, la palabra  más arraigada a la cultura gastronómica española. Concretamente, mi intención es hablar sobre, según define la RAE, un "alimento ligero o en pequeña cantidad que se sirve en los bares y restaurantes como acompañamiento de una bebida". Seguro que ya habéis acertado tod@s y, sois plenamente conscientes, que hoy nuestra protagonista es la tapa y su origen

Tapa Restaurante La Maita
 
 
Vamos a ver una cuantas versiones sobre los inicios, historia y origen de la tapa, aunque es muy probable que  surgiese, simplemente, como una cortesía, con elevadas dosis de sal, a los clientes por parte de los propietarios de los bares para fomentar el consumo de los mismos.
Si seguimos el orden cronológico, tendríamos que remontarnos al reinado de  Alfonso X "el Sabio". Parece ser que el monarca sufrió una severa enfermedad en sus ojos para la que sus médicos le recetaron, nada más y nada menos,  la ingesta de bebidas alcohólicas con fines anestésicos. Pues bien, parece ser que el rey cada vez que bebía vino lo acompañaba con algo de comida para no emborracharse. Visto los buenos resultados que tuvo en él, decidió ordenar que el los mesones de Castilla cada vez que se sirviese la bebida de Baco lo hiciese junto a un pequeño bocado.
Posteriormente, en la Sevilla del XVII, la burguesía local  que solía reunirse en la calle Sierpes pedían bebidas a los bares aledaños. Las bebidas eran llevadas hasta el lugar de celebración con lonchas de jamón, queso o caña de lomo, sobre los vasos. Evitaban la entrada y el polvo y daban una gran publicidad  a sus establecimientos.

No obstante, todo parece indicar que para encontrar la denominación actual de tapa nos tenemos que remontar al siglo XIX. Concretamente a un hecho acontecido en la Venta del Ventorrillo del Chato de la provincia de Cádiz. Cuenta la leyenda que el rey Alfonso XIII, abuelo de nuestro monarca actual, detuvo su comitiva en la citada venta para descansar. Al entrar al establecimiento pidió una copa de vino de Jerez. Parece ser que en esos momentos una corriente de aire entró en el local, por lo que el camarero tapó la copa con una loncha de jamón para que no le entrara arena proveniente de la playa al vino. Cuando el soberano de la corona vio la copa con la loncha preguntó por qué había hecho eso, el camarero dijo que era una tapa para que la arena no estropease el vino. La idea le encantó a Alfonso XIII y al rato volvió a pedir otro vino con tapa. La mayoría de sus acompañantes hicieron lo propio. De ahí que se fue extendiendo esa palabra por todo el reino llegando  hasta nuestros días.

Sin embargo, el concepto de tapa que utilizamos en la actualidad ha variado y evolucionado notablemente con el paso del tiempo, pudiendo encontrar elaboraciones muy  tradicionales y otras totalmente vanguardistas que han servido para encumbrar a la cocina española en lo más alto. Ciudades, como Granada o Almería, han hecho de la tapa un atractivo más para atraer turistas. También hay que reseñar que a tan elevado estatus ha llegado el tapeo que es raro la localidad que anualmente no celebra una o dos rutas de la tapa para promocionar su gastronomía. 

Después de este post estoy deseando que llegue el sábado para salir de tapeo... Umm que hambre.




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