lunes, 18 de agosto de 2014

Leonardo Da Vinci, uno de los precursores de la servilleta

Sin lugar a dudas, hay una serie de utensilios y de elementos que utilizamos casi de forma obligatoria cuando nos sentamos alrededor de una mesa a degustar una serie de alimentos. Incluiríamos en esta relación los cubiertos, platos, vasos que utilizamos directamente para comer o beber. No obstante, también tenemos un elemento que, aunque nos lo utilizamos propiamente para comer, forma parte de nuestro día a día culinario, que vemos como indispensable y es sobre el que vamos a conocer algo más sobre su historia. Este post tiene como protagonista a la servilleta.
Leonardo Da Vinci

Aunque el uso de la servilleta está muy extendido en el mundo actual, no siempre fue así. Los espartanos , en el seis antes de cristo, utilizaban un trozo de masa cortada en pequeños trozos que enrollaban y amasaban en la mesa para limpiar los dedos. Los romanos utilizaban una especie de sudario que daban a todos los que se sentaban alrededor de la mesa. Sin embargo, el uso de la servilleta se perdió totalmente durante la Edad Media. Es más en pleno renacimiento italiano, siglos XV y XVI, los comensales todavía solían limpiarse en el mantel, o en su ropa o, incluso, en los ropajes del comensal que tenían al lado. En estas que uno de los genios mas polifacéticos de la historia le puso remedio. Concretamente me refiero al gran Leonardo Da Vinci, que por aquel entonces hacía las veces de pintor, escultor, arquitecto y maestro de banquetes en la corte de Ludovico Sforza, el Moro.

Si echamos un vistazo al "Codex Romanoff", escrito por Leonardo Da Vinci donde apuntaba sus recetas y comentarios sobre buenos modales en la mesa, encontramos un apunte en el que habla de que “luego de que los comensales han abandonado la sala de banquetes, hállome contemplando una escena de tan completo desorden y depravación, más parecida a los despojos de un campo de batalla que a ninguna otra cosa”.

Para tratar de solucionar esta situación Da Vinci ideó un paño individual para cada comensal que después de ser manchado fuera plegado y, de esa manera, no ensuciara la apariencia de la mesa. Aunque Leonardo no vuelve a mencionar en el “Codex Romanoff” su propuesta de servilleta, pero Pietro Alemanni, embajador florentino en Milán, se refiere a ella en un informe en 1491.

Poco a poco el uso de la servilleta se fue extendiendo por toda Italia y de ahí se exportó al resto del mundo hasta nuestros días.

Para terminar, me gustaría recomendar el libro "Notas de cocina de Leonardo Da Vinci" donde podréis descubrir parte del "Codex Romanoff".

1 comentario:

  1. Me parece más práctico limpiarse la boca con el revés de la mano. Al final, para no desaprovechar nada, se lo chupa uno.

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