lunes, 29 de diciembre de 2014

La historia de las 12 uvas y otras tradiciones para recibir el año nuevo

Los diez últimos minutos de cada año los suelo dedicar a preparar y a quitar las "pepitas" de las uvas de las que voy a dar buena cuenta con cada campanada que indique la entrada de unos nuevos 365 días. Lo curioso del tema es que esta tradición solo está instaurada en el país donde nació, España y en países de centro y sur América como  México,  Venezuela, Argentina, Ecuador, Chile, Colombia, Perú, etc. Pues bien, este post tratará de aclarar un poco el origen de esta tradición y ahondar en otras formas de despedir el año de otros países.
 
Uvas de nochevieja
 
Durante muchos años se ha sostenido, que el origen de esta tradición en España había que encontrarlo en un sobrante de una extensa cosecha de uvas de 1909 que llevó a los agricultores españoles a repartir el sobrante y alentar el consumo para atraer la buena suerte. Sin embargo, en los últimos años una nueva versión ha tomado mucha fuerza. Y es que, según sostiene el Consejo Regulador de la Denominación de Origen "Uva Embolsada del Vinalopó", se dice que a finales del siglo XIX esta tradición nación para ridiculizar a la aristocracia y para desobedecer a un bando del Ayuntamiento de Madrid.
 
Parece ser que en las últimas décadas del siglo XIX las familias aristocráticas españolas, influenciadas por sus homólogas francesas, tenían la costumbre de organizar fiestas con motivo del fin de año. En estos ágapes se servía champán y uvas, pero esas últimas solo tenían como fin "acompañar" a tal vino espumoso. Estas fiestas eras vistas por el resto de la población de forma un poco absurda.
 
Poco años más tarde,  un bando promulgado por el alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano se criticaba y sancionaba algunas actividades "ruidosas" de los madrileños registradas durante las fechas navideñas. Como forma de rebeldía ante el bando y para mostrar su descontentos los madrileños salieron a la calle y, haciendo parodia de los encuentros aristocráticos, decidieron comer uvas. Esta protesta se hizo en la Puerta del Sol  coincidiendo con el 31 de diciembre. A partir de ese momento, las uvas de la Nochevieja se extienden, los periódicos recogen esta nueva tradición en sus rotativos, se instaura en nuestro país y posteriormente es adquirida y adoptada en otros lugares.
 
Tal y cómo comentaba en el inicio del post, en otros países hay otra serie de tradiciones gastronómicas para el 31 de diciembre como pueden ser:
  • Las "Lentejas de la suerte": En Italia y en algunos países europeos es tradición comer un plato de lentejas estofadas, justo después de las campanadas de media noche. De esta forma se aseguran prosperidad y fortuna en el año entrante
  • En Japón se celebra el 31 de diciembre, el "Omisoka "o Gran Día Final del año: Durante ese día se  realiza una limpieza especial de la casa. Por la noche se cena con toda la familia, los tradicionales fideos. Se dice que tiene que comer antes de pasar al año nuevo, o sea antes de las 12 horas, para evitar tener mala suerte económicamente.
En fin, ya sea comiendo lentejas, o uvas, o fideos lo que os deseo es una feliz salida de año y una mejor entrada de 2015.
 

martes, 23 de diciembre de 2014

Kentucky Fried Chicken, la cena preferida en Japón por nochebuena

Esta mañana me he levantado con la intención de escribir un post sobre las tradiciones arraigadas que hay en los diferentes países a la hora de preparar la cena de nochebuena y la comida de navidad. Es sobradamente conocido, por ejemplo, que en España el plato estrella esta noche es el pavo y el de mañana el cocido. No obstante, una vez que me he puesto a investigar sobre las diferentes costumbres he encontrado una que me ha sorprendido muchísimo y es la que quiero compartir con vosotros. Y es que en Japón lo preferido a la hora de cenar hoy es  ir a un KFC (Kentucky Fried Chicken) y degustar  trozos de pollo frito, o alitas de pollos,o  pollo picante, o pollo a la parrilla, etc. ¿Queréis conocer algo más sobre esta curiosísima historia? Pues vamos a ello
Presentación de la campaña navideña de KFC

Antes de entrar en harina, he de reseñar que en el país del Sol Naciente al tener muy pocos creyentes católicos, dado que las religiones mayoritarias son la budista y el sintoismo, no existía una tradición a la hora de celebrar las fiestas navideñas. Sin embargo, esta curiosa costumbre se arraigó gracias a una campaña de publicidad que puso en marcha KFC en la década de los setenta del siglo pasado y a la gran fascinación que en Japón se tenía en aquellos tiempos por la cultura de Estados Unidos.

Cuenta la historia que la tradición se inició a principios de la década de 1970 cuando un cliente extranjero, que trabajaba en un colegio católico, entró a un KFC del barrio de Aoyama, ubicado en Tokio, para comprar el pollo que allí se servía, que era lo más parecido al pavo asado que solía comer en estas fechas y que no había sido capaz de encontrar en ningún restaurante de la ciudad. Al observar esto el encargado del local tomó nota y se lo hizo saber a sus superiores

Poco después el incidente llegó a oídos de la dirección comercial de la cadena en Japón y en 1974 KFC lanzá una campaña de publicidad que decía "Kurisumasu ni wakentakkii!" (Kentucky por Navidad). Lo que, seguramente no  esperaban es que esta iniciativa prosperó y de que manera.
Colas en la puerta de un KFC en nochebuena

A día de hoy a las puertas de los locales la gente hace largas colas para conseguir su "Party barrel", el menú navideño por antonomasia que incluye además del pollo, una ensalada y una tarta por un precio que está lejos de ser una ganga, 3.980 yenes (30 euros más o menos). Por no poder atender la avalancha de clientes para el día 24, desde la dirección de KFC decidieron ampliar la fecha de la cena que ahora se celebra los días 23, 24 y 25 de diciembre. Las ventas de estos tres días equivalen a las que se suelen registrar durante medio mes en otra época del año y convierte esta celebración en un rentable negocio que le llega a generar a la subsidiaria nipona hasta 12.000 millones de yenes, casi 85 millones de euros, cada diciembre, el doble de lo que factura en un mes normal.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Wat Pa Maha Chedi Kaew, el templo budista hecho con botellas de cerveza

Desde que comencé a escribir posts en este blog he tratado temas bastante curiosos, pero creo que el que voy a tratar hoy es uno de los que se lleva la palma. Si os dijera que hay un edificio hecho con botellas de cerveza me tomarías por loco o, en el mejor de los casos, pensaríais que sería el hogar soñado por Homer Simpson. Pues, en honor a a la verdad, he de deciros que en Tailandia hay un templo budista que está hecho con botellas de cerveza, el Wat Pa Maha Chedi Kaew.
Templo Wat Pa Maha Chedi Kaew

Situado en la ciudad de Khun Han, al noreste de Tailandia, el Wat Pa Maha Chedi Kaew, también conocido como Wat Lan Kuad, ha tardado décadas en ser construido. Con la ayuda de las autoridades locales y de los residentes, los monjes comenzaron a recoger botellas en 1984, llegando a conseguir más de un millón y medio de unidades. De estos materiales reciclados han creado un complejo de 20 edificios, incluyendo el templo, casas, baños, el crematorio y también mosaicos hechos con las tapas de las botellas desechadas.

Paras los monjes, las botellas, además de ser un material de construcción ecológico y barato, ofrecen otras propiedades, como que no pierden su color, proporcionan una buena iluminación y son fáciles de limpiar. Para reforzar la construcción se levanta un núcleo de hormigón. Las botellas verdes son de Heineken y las marrones de una cerveza tailandesa llamada Chang. Incluso las chapas se utilizan para crear mosaicos que representan a Buda.
Otra visión del Wat Pa Maha Chedi Kaew


Llama bastante la atención que, para la construción de este conjunto arquitectónico ecológico, utilicen las botellas de cerveza ya que para las personas que siguen la religión budista está totalmente prohibido la ingesta de alcohol.


Bueno, ya sabéis que si queréis construiros alguna casita en el campo y no tenéis presupuesto podéis empezar a guardar las botellas vacías, gente que yo conozco podría haberse hecho un par de mansiones si hubiese guardado todas las que ha consumido. 

Fuente: www.ecologiaverde.com 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Tortas de conde o tortas de "recao", un "bocatto di cardinale" para época navideña

Ahora que se acercan las fechas navideñas las despensas comienzan a llenarse de diferentes dulces típicos de esta época del año. Turrones, mazapanes, mantecados, cordiales y uno muy arraigado en la Región de Murcia sobre el que hoy vamos a hablar, las tortas de conde o tortas de "recao".

Para aquellos que no las conozcan, deciros que las tortas de conde o tortas de "recao" son un dulce que muy probablemente y viendo sus ingredientes sea producto de la herencia árabe en la cocina murciana. Consta de  una pasta horneada que lleva harina, almendra cruda molida, aceite de oliva, anís, zumo de naranja, azúcar, ralladura de limón y bicarbonato. Tras salir del horno, en la parte superior se le pone miel y almendra molida, como podemos ver en la foto. El resultado es un delicioso "bocatto di cardinale", simple de realizar, barato para los bolsillos y que, difícilmente, te conformas con comerte una.

Sobre el origen de este dulce, como casi siempre ocurre, hay varias versiones sobre todo en cuanto al nombre pero yo me quedo con estas. El nombre de tortas de conde aparece en mi querida Molina de Segura y adquieren ese nombre debido a que se le hacían a los Condes de Heredia Spínola, grandes terratenientes de la zona, en el siglo XVII. En cuanto al nombre de tortas de "recao", parece que se le otorgó porque se hacían por encargo (por recado).

Lo que  os recomiendo es que si venís a la Región de Murcia por Navidad no dejéis escapar la oportunidad de degustar esta fantástica delicia y veréis como repetís... Seguro.

viernes, 5 de diciembre de 2014

El poder como conservante natural de la miel

De sobra es conocido que el consumo de la miel por parte del ser humano se remonta a tiempos inmemoriales. Un buen ejemplo es el hallado en las pinturas rupestres de la Cueva de la Araña, en Bicorp (Valencia), que datan de 7.000 años antes de Cristo, que muestran como un hombre está recolectando miel. Lo que mucha gente no conoce es que este resultado del esmerado trabajo de la abejas no solo era apreciado por su dulzor, sino que, entre otras cosas, fue utilizado en la antigüedad por su poder curativo, antiséptico, fortificante, calmante, laxante, diurético y como conservante natural de alimentos. Sobre esta última opción vamos a tratar en el post de hoy.


En el año 2013 un grupo de investigadores de la Escuela de Ingenieros Agrónomos y del Instituto de Biotecnología Vegetal (IBV) de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha demostrado con un estudio que la miel mejora la conservación de la carne picada de ternera,  un producto de muy rápido y fácil deterioro. Además, los científicos han comprobado la eficacia del uso de la miel como antioxidante y antimicrobiano natural.

La adición de miel en alimentos que lleven carne picada de ternera, como pueden ser lasañas precocinadas, hamburguesas precocinadas, supone un aumento del valor nutricional y una eficaz manera de combatir la posible presencia de microorganismos patógenos que puedan contaminar los alimentos.

Es que la miel es altamente perdurable. No tiene fecha de caducidad, ya que mata a todas las bacterias con que se encuentre por lisis osmótica; es decir que las desintegra, disminuyendo los niveles de agua en las células de estos microorganismos, debido a los altísimos niveles de glucosa que tiene la miel y su poca concentración de H2O. Para que os hagáis una idea de esto último deciros que en la tumba de Tutankhamon se encontraron, en 1922, varias vasijas con miel en perfectas condiciones, que habían mantenido sus cualidades durante 33 siglos. Ojo, siempre estamos hablando de miel natural, no la que venden en supermercados que si que tiene fecha de caducidad (generalmente bastante amplia) debido a que se le han añadido aditivos.
Lo más curioso de este tema es que miles de años antes de las conclusiones del estudio la miel ya se utilizaba como conservante natural. Como muestra un botón. En tiempos del antiguo Egipto, cuando se hacían largas expediciones los egipcios podían conservar más tiempo la carne que llevaban como alimento introduciéndola en barriles cubiertos de miel. En los rituales religiosos y funerarios que se llevaban a cabo en Egipto y posteriormente en las "polis griegas", la miel estaba también presente, utilizándose para embalsamar, por sus propiedades conservantes y sus atributos mágicos.

Otra muestra de su poder de conservación la tenemos en el 323 a.C. En ese año el poderoso Alejandro Magno murió en Babilonia  y fue repatriado a su Macedonia natal. El cuerpo, tras varias semanas de viaje, llegó intacto dentro de un gran contenedor de arcilla. Este recipiente iba lleno de miel.

Fuentes: Upct, Eroski Consumer, La Verdad de Murcia.