martes, 13 de mayo de 2014

Historia, origen y curiosidades del cappuccino

Por distintos motivos que no voy a relatar en este post, he de decir que no soy un ferviente admirador del mundo del café. No obstante, si alguna vez decido pedirme un café suele ser o un cappuccino, o un asiático. Del asiático, típico en la zona del campo de Cartagena, hablaremos en otro post. Por lo tanto hoy le cedemos todo el protagonismo al cappuccino y su historia.
Cappuccino

Para  aquellos que no lo sepan, un buen  cappuccino debe ir en una taza de aproximadamente unos 150 milímetros, donde se debería incluir la medida de un café espresso y partes iguales de leche y de crema de leche (no confundir con la espuma de la leche). Podríamos decir que es la mezcla de café y leche por excelencia. Aunque, sin duda, el secreto para hacer un capuchino perfecto  radica en saber preparar la crema de leche, ya que debe ser voluptuosa, sin grandes burbujas y de larga persistencia, aportando una magnífica sensación al paladar.

Cómo podréis imaginar, para encontrar el origen de este café especial tenemos que trasladarnos a Italia, aunque encontramos diferentes y diversas versiones sobre su invención. Todo parece indicar que toma su nombre de la forma de la crema de leche que es similar a la de los capuchos en punta, más anchos que largos, que usaban los monjes de la "Orden de los Hermanos Menores Capuchinos", fundada por Ludovico Fossombrone, en el siglo XVI, conocida popularmente como capuchinos.
Hay quien dice que este café fue inventado por un monje capuchino, llamado Marco d’Aviano, en 1683, tras la Batalla de Viena, y este le puso en nombre de su orden religiosa. Esta versión fue puesta en duda, dado que se decía que era prácticamente imposible que el monje consiguiese la crema de leche, con los medios disponibles hasta, como mínimo, principios del siglo pasado. Además, no se encuentra en ningún escrito italiano la palabra cappuccino hasta el siglo XX. Sin embargo, en la lengua alemana  si se menciona el "Kapuziner" y se dice que se elaboraba en Austria en el siglo XVIII , y se describe como “café con el azúcar, las yemas de huevo y nata", que poco tiene que ver con el cappuccino actual pero lo podemos considerar su antecesor.
La receta actual fue perfeccionada a mediados del siglo XX en Italia a raíz de la invención de las nuevas máquinas de café y fue exportada a todo el mundo. Hoy en día podríamos considerar al cappuccino como patrimonio gastronómico mundial.

Cómo curiosidad comentar que en su país de origen, Italia, el cappuccino solo es consumido para desayunar, a diferencia del resto del mundo donde se consume en cualquier momento. Generalmente, los italianos lo acompañan con piezas de bollería. Si alguna vez estás paseando por el país transalpino y ves a una persona tomando este café por la tarde, da por seguro que no es italiano y que es un turista extranjero.
Lo que está claro es que ya sea por la mañana o por la tarde tomar un buen cappuccino te hace más agradable el día.
Salud

1 comentario:

  1. Me voy ahora mismo (las dos y media) a la cafetería San Remo, servida por portugueses, en la tierra alemana de Minden. El cappuccino se ha hecho, verdaderamente, universal.¡ Y lo tomas cuando te da la gana!
    Saludos, eminente gastrónomo.

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