miércoles, 2 de julio de 2014

Un paseo por la historia del yogur

Siendo un niño uno de los recuerdos gastronómicos que tengo es ver a mi madre con una yogurtera (era raro la casa que no tenía un aparato de estos) elaborando estos deliciosos productos lácteos. Por ese motivo, hoy tengo la intención de ahondar en la historia del yogur (en castellano también se puede escribir yogurt).


Yogur
Foto extraída de: blog.carritus.com

Todo parece indicar que para encontrar el origen  del yogurt nos tendríamos que ir a la zona de la antigua Mesopotamia (actual Irak), donde de forma casual, se consiguió este producto varios milenios antes de cristo. Los pueblos nómadas de esta zona transportaban la leche fresca que obtenían de los animales en sacos generalmente de piel de cabra. El calor y el contacto de la leche con la piel de cabra propiciaba la multiplicación de las bacterias ácidas fermentaban de forma espontánea la leche. La leche se convertía en una masa semisólida y coagulada. Una vez consumido el fermento lácteo contenido en aquellas bolsas, éstas se volvían a llenar de leche fresca que se transformaba nuevamente en leche fermentada gracias a los residuos precedentes. De esta manera nació el yogur que se convirtió en el alimento básico de los pueblos nómadas por su facilidad de transporte y conservación. Sus saludables virtudes eran ya conocidas en la Antigüedad.

Sin embargo, durante miles de años el consumo del yogur se limitó a países y zona limítrofes a Mesopotamia, como era Irán e India. La entrada del yogur a Europa se hizo por Turquía aunque también hay quien  ubica su entrada en el viejo continente por los Balcanes y por Bulgaria.

Muchos expertos sostienen que el origen del nombre  yogur está en el término búlgaro: ‘jaurt’. No obstante el sonido de la palabra ‘yogur’ tiene un gran parecido con un verbo turco que significa amasar. Además, en turco la palabra "yogurur" significa “larga vida".
 
 
Aunque se suponía sus beneficios para la salud, no fue hasta comienzos del siglo XX, cuando el científico Metchnikoff  demostró que el yogur contenía bacterias capaces de convertir el azúcar de la leche -lactosa- en ácido láctico y que este ácido hacía imposible el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino derivadas de la descomposición de los alimentos. También descubrió la enorme cantidad de vitaminas del grupo B que contiene el yogurt. Destacar que Metchnikoff ganó por sus investigaciones el premio  Nobel en 1908.
 
Permitirme nombrar unas cuantas curiosidades y parabienes de este producto:
  • El yogur ayuda a luchar contra ciertas infecciones vaginales y alivia el colon irritable
  • Para las personas que les gusta correr. El yogur al contener potasio, magnesio y calcio, les evita  calambres y cuida sus huesos.
  • Una de las ventajas es que el yogurt es mas tolerado por las personas que son intolerantes a la lactosa. Pues las bacterias se encargan de transformar la lactosa y las azucares en acido láctico.
  • Como alimento las proteínas que contiene son mayores que las que contiene la leche y son mas fáciles de asimilar, el yogurt Light es un gran aliado en las dietas.
  • Un yogur, sin aditivos de proteínas, almidones u otras historias puede mantenerse comestible durante meses sin necesidad de refrigeración (siempre que no se abra).

Yogur Danone
 
Aunque ya sabemos mucho sobre el yogur, no quisiera terminar este post sin contar una pequeña historia. Corría el año 1919 cuando Isaac Carrasso, un judío-sefardía que había emigrado desde Tesalónica a Barcelona, puso en marcha una empresa de fabricación de un producto que había conocido en Bulgaria, el yogur. Decidió bautizar su nueva marca utilizando el apodo que su hijo Daniel tenía. Este apodo familiar era el de Danón, aunque para hacerlo más comercial finalmente utulizó el nombre Danone. Isaac Carasso continuó la fabricación en Barcelona hasta la Guerra Civil, mientras su hijo se encargó de montar una nueva fábrica en París que hoy es la matriz. Hasta hoy, cuando después de varias fusiones Danone es uno de los líderes mundiales en alimentación estando presente en 120 países y dando trabajo a más de 75.000 empleados en cinco continentes. Cómo nota curiosa citar que Daniel Carrasso, hijo del fundador de Danone y a quien se le debe el nombre de esta compañía, falleció en 2009 con 103 años de edad, siendo presidente de honor del Grupo Danone.
 
 

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