viernes, 31 de enero de 2014

El Pastel de cierva, una delicatessen semidesconocida

Pasteles de cierva
Uno de los motivos por los cuales abrí este blog fue para poder escribir y promocionar, en mi modesta medida, los parabienes gastronómicos de la Región de Murcia. Se podría decir que hasta hace unos años la gastronomía murciana era una de las grandes "olvidadas" dentro del panorama nacional a pesar de la riqueza y variedad de productos y platos y, cómo no, al buen nivel actual de los cocineros murcianos. Afortunadamente, gracias al esfuerzo del sector privado y público regional, esa tendencia ha cambiando en los últimos años y está obtenido el reconocimiento que debía, quedando todavía camino por recorrer. 

En esta entrada quisiera difundir un producto en el que se hace presente el contraste del dulce y del salado perfectamente equilibrado, encontrándose ambos sabores en su justa medida. Hoy el protagonista no es otro que un "bocatto di cardinale" semidesconocido fuera de tierras murcianas, el pastel de Cierva.

Para aquellos que no lo conozcáis deciros que el pastel de cierva, que es típico de la comarca del Mar Menor aunque se ha exportado a Murcia y alrededores, es elaborado con una fina pasta flora que encierra un sabroso relleno a base de pollo y huevo. Por supuesto, no lleva carne de cierva y es que su nombre nada tiene que ver con sus ingredientes.

Aunque se recogen varias versiones de su origen, todo hace indicar que el jefe de cocina ruso, de un barco que estaba fondeado cerca de la laguna mar menorense a finales del siglo XIX,  le dio la receta de un postre de origen escandinavo a un pastelero de la localidad de San Javier (hay quien dice que de San Pedro del Pinatar) que lo empezó a elaborar en su obrador. Años mas tarde, el pastelero sirvió su nueva elaboración en una cena a la que asistía Juan de la Cierva Peñafiel, político murciano que llegó a ser ministro del gobierno en época de Alfonso XIII y progenitor de Juan de la Cierva y Codorniú inventor del autogiro, padre del helicóptero. Pues bien, Juan de la Cierva Peñafiel quedó encantado con el manjar que estaba probando llenando de elogios tanto a la receta como a su creador. Por esta razón el pastelero, siguiendo una tradición que se usaba mucho en la época, decidió ponerle el nombre de Pastel de Cierva en su honor.

Antes de terminar este post me gustaría que os trasladaseis conmigo en un viaje imaginario a la orilla del Mar Menor en su perfecto matrimonio con el sol, a la vez que disfrutamos de la combinación del dulce y salado de un buen pastel de Cierva. Sin lugar a dudas, contrates impresionantes y sugerentes, como la Región de Murcia. Aunque, sin lugar a dudas, es mejor vivirlo a imaginarlo. ¿A qué estás esperando?

Bueno, os dejo que se me ha abierto el apetito y tengo un pastel de Cierva esperándome.

2 comentarios:

  1. Me encanta!, da gusto saber el por qué de las cosas y màs si hay que impartir clases sobre ello.

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  2. me encanta! a partir de ahora, cuando tenga en mis manos un pastel de cierva, me acordare de esta entrada y de mi primo Pedro. jejeje

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