miércoles, 15 de enero de 2014

¡Que no te la den con queso!

Foto extraída de www.directoalamesa.com 
En más de una ocasión habréis escuchado la expresión “¡Que no te la den con queso!”, que en castellano viene a significar "¡que no te tomen el pelo!". Lo que seguramente no sabréis o desconoceréis es que el origen de esta expresión lo encontramos en el mundo gastronómico.


Concretamente, se cuenta que durante la época medieval en las bodegas de lo que en la actualidad es Castilla La Mancha, cuando se daba a catar un vino de mala calidad o un vino picado a un potencial comprador, estos iban acompañados de un plato de rico queso manchego en aceite. Lejos de ser un detalle de los bodegueros, el queso formaba parte de un curioso engaño.



Y es que el queso contiene unas proteínas que limitan el poder de degustar otros sabores. Esto hace que sea capaz de engañar a las papilas gustativas haciéndolas insensibles a ciertos defectos de los vinos malos, a la vez que resalta sus cualidades. Los  antiguos comerciantes de vino conocían de primera mano el efecto que el queso tenía sobre el vino y sacaban gran partido de ello.

Sin embargo, el cliente, totalmente satisfecho con su compra, cuando volvía a casa e invitaba a sus amigos a catar esos maravillosos vinos adquiridos, se daba cuenta de que SE LA HABÍAN DADO CON QUESO.

Así que, si en alguna ocasión invitas a gente a casa y los vinos que tienes no son buenos, acompáñals con un buen plato de queso curado y seguro que triunfarás.

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