sábado, 25 de enero de 2014

Una tortilla que tiene poco de francesa

Tortilla francesa
Una de las soluciones más socorridas a la hora de sacar adelante una cena en casa es, sin lugar a dudas, la elaboración de una tortilla francesa. He de decir que aunque no soy demasiado amante de este tipo de tortilla, prefiero claramente la de patatas, me he puesto a investigar el origen de su nombre obteniendo curiosas conclusiones. Cómo resultado final os puedo adelantar que la tortilla francesa tiene poco del país galo. Es más, el adjetivo "francesa" se lo pusimos desde España, concretamente desde la provincia de Cádiz durante la Guerra de la Independencia que enfrentó desde 1808 a 1814 a españoles contra el primer imperio francés.

Según los historiadores la tortilla es un plato que ha acompañado desde innumerables años atrás al ser humano tras el descubrimiento del fuego y el uso de los huevos, ya sean de gallina o no. No obstante, no recibe el nombre de tortilla francesa hasta comienzos del siglo XIX. 

En pleno asedio por parte de los franceses durante la Guerra de la Independencia, Cádiz y San Fernando sufrieron un duro bloqueo y, por consiguiente, una gran escasez de alimentos. Afortunadamente, la población  contaba en sus casas con gallinas y, por ende, con huevos. Es por ello que la mejor opción que tenían para evitar pasar hambre era la elaboración de tortillas y cómo no tenían nada con qué rellenarlas las cocinaban solas.

Años mas tardes, cada vez que había alguna crisis o época de pocos recursos alimentarios se volvía a cocinar la tortilla que la población local llamaba "de cuando los franceses" o "del tiempo de los franceses" . Con el trascurrir de los años la denominación derivó en "tortilla francesa", se fue extendiendo por toda España su nombre para distinguirla de la tortilla española (la de patatas) y así  ha llegado a nuestros días.


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