Hoy voy a hablar de una centenaria tradición murciana que tiene como protagonista al caramelo y a las procesiones de Semana Santa. Antes de entrar en materia me gustaría explicar que el nombre de caramelo procede del descubrimiento de la caña de azúcar, también llamada “caña de miel” que en latín la denominaban “canna melis” y que finalmente dará lugar a “caramelo” .
Pastillas de caramelos de la Confitería El Turro |
El viernes de Dolores supuso el comienzo de la Semana Santa en Murcia. Desde ese día las calles murcianas acogen el goteo continuo de diferentes cofradías que, sobre los hombros de cientos de nazarenos, pasean diferentes imágenes de grandes escultores, cómo Francisco Salzillo, por la ciudad. Pero al margen de la belleza de los "pasos" hay un aspecto que distingue a las procesiones de la capital del Segura, y de pueblos aledaños, de las del resto de España. Concretamente, este punto diferencial es el reparto de caramelos, monas y huevos que los nazarenos regalan, durante el recorrido de la procesiones, a los espectadores. En este post hablaremos de esta peculiar tradición de los desfiles procesionales murcianos.
Se encuentran escritos de esta costumbre ya en el siglo XVII. En esa época los nazarenos, llevaban dulces y huevos que se comían o regalaban durante los desfiles. Para encontrar el origen de este hábito encontramos varias versiones que a continuación voy a enumerar:
- Una versión dice que viene de una costumbre medieval por la que la Iglesia le obligaba, en el transcurso de las penitencias públicas, a restituir el daño ocasionado por faltas cometidas. El pecador aprovechaba el anonimato de la túnica nazarena para entregar al ofendido aquellos bienes que creyera oportunos como arrepentimiento.
- Otra versión muestra esta tradición como una forma de ayudar al pobre en estas fechas tan señaladas para los cristianos.
Aunque, la historia mas verosímil, narra como eran los habitantes venidos de la huerta de Murcia, los que portaban los tronos, estando en la calle durante muchas horas. Debido a este esfuerzo, la Iglesia les permitía que durante la procesión, pudieran tomar algo para reponer fuerzas. Como eran gente con no muchos recursos venían cargados de monas (trataré en el próximo post sobre la historia de este producto), habas tiernas y huevos duros.
Nazarenos con el buche repleto de caramelos |
Sin embargo, en abril de 1712, el obispo de la Diócesis de Cartagena, Cardenal Luis Belluga, dicto un edicto "prohibiendo que durante las procesiones los nazarenos dieran dulces ni cosa alguna, haciéndolo extensivo a los que presenciaban el cortejo". Los murcianos, ignorando en parte el mandato de su obispo, cambiaron la comida que llevaban por caramelos que eran menos voluminosos y se podían camuflar mejor. Esta costumbre se fue tomando casi como norma y así ha llegado a nuestros días.
Debido a esto, muchas confiterías de Murcia comenzaron a elaborar diferentes tipos de caramelos. Destacaban sobre todos el más clásico de los caramelos murcianos: la pastilla(que podemos ver en la foto) . Habría que destacar las confiterías Ruíz Funes, Ros o Alonso, que comienzan a realizar estos caramelos alargados, ya en el siglo XIX, con versos alusivos a la Semana Santa, a la mujer murciana y otros valores de la tierra, con cierto toque de humor y crítica de obras y actuaciones políticas.
Antes de terminar, me gustaría decir que no todas las cofradías ofrecen caramelos hay cuatro o cinco que no lo hacen. Concretamente estás son la de la Fe, Salud, Rescate, Refugio, Retorno y Yacente. Todas las demás si que mantienen esta peculiar tradición, de más de 400 años de la Semana Santa murciana y no solo entregan caramelos, sino que, siguiendo la tradición de los huertanos, reparten monas, huevos duros y demás
precioso post... ;-)
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